St.Pere de Rodes, Col de Banyuls y la madre que lo parió...

Hoy tocaba darse una buena paliza que hay que preparar las piernas para la Quebrantahuesos.
Y nos la hemos pegado: 170 km, 26.1 km/h de media y "el puto viento de cara" que ha tenido que venir a joder la marrana, como siempre...
La ruta era subir Sant Pere de Rodes, ir por la costa a Port Bou, Banyuls sur Mer, subir el Col de Banyuls y volver a Torroella.
Nos hemos juntado Enric, Ferran, Wolf, Lluis P, Josep Mª y yo.
Hemos salido tempranito, a las 7, para poder estar para comer en casa, que tampoco hay que abusar de las parientas, que son unas santas. No vaya ser que un dia, al volver de andar en bici, nos encontremos la cerradura cambiada y las maletas en la puerta...
Ibamos a buen ritmo. Ferran incluso ha esprintado con un par de gaviotas y ha perdido, aunque los jueces han descalificado a la ganadora porque ha metido un ala en la trayectoria de Ferran y le ha cortado el sprint.
Antes de llegar a Vilajuiga, hemos pasado por ese trozo de carretera que esta en tan buen estado que cuando lo acabas tienes los huevos batidos a punto de nieve y los empastes de las muelas fuera de su sitio.
La subida a Sant Pere ha estado bien, para abrir boca.
Hay que decir que Wolf, para entrenar tan poco como dice, esta que se sale. Si entrenara más ya sería la hostia! Como dijo el General De Gaule: "La madre que parió a los alemanes!"
Otro que tambien esta que se sale es Lluis Pontons.
En el recorrido por la costa hasta Francia, nos ha acompañado nuestro amigo "el puto viento de cara". Este capullo viene siempre, aunque no lo invites.
En Port Bou hemos hecho una parada tecnica para reponer liquidos. Habia que visitar a la cajera de Supermercado que esta mas buena que comer con los dedos...
Despues de babear un rato hemos seguido y hemos cruzado la frontera. Habia un peloton de aduaneros franceses que se habían reunido para darnos la bienvenida a Francia. Raro ha sido que no nos hayan pedido "les papiers" porque estos Gendarmes con tal de tocar los huevos...
Despues de serpentear por la infesta carretera que te acerca a su base, hemos llegado al temido Col de Banyuls.
La madre que lo parió! Qué rampas! Menos mal que sólo tiene 2 km. Si fuese más largo, alguno casca hoy.
Como era de preveer, Josep Mª ha impuesto su ley. ¡Y no ha roto nada!
Los demás hemos hecho lo que hemos podido. Enric llegaba con una cara como diciendo: "El otro día Rocacorba, ahora esto. Yo me paso al ajedrez..." Aunque al final, estaba pensando en construirse una casa arriba de los Americanos y así cada día que volviera de entrenar tendría un "repechito" parecido a estos.
En la cumbre de Banyuls hemos estrechado lazos con unas "gabachas", aunque poco, porque, como decía Ferran, no estaban para estrecharlas demasiado... Vamos, que eran unos cayos malayos!
Una vez superado el trago de la "subidita", hemos enfilado el camino de vuelta a casa.
Tenía la ilusión que la Tramontana nos ayudaría. Al principio lo ha hecho, pero, a partir de Vilajuiga, ha vuelto a aparecer nuestro amigo "el puto viento de cara" y ya no nos ha abandonado hasta Torroella.
Al final ibamos todos un poco "tostaos".
Ferran es el que mejor lo ha definido: "Ahora me siento como un pulpo al que acaban de pescar y le han dado mil hostias para reblandecerlo."
Todo un filósofo resumiendo la salida...
Cal a dir que trobem a faltar al nostre company Agusti que no surt mai amb nosaltres , tambe esperem que el nil es recuperi be i pogui tornar agafar bici